Comunicado final de Siembra Roja Chile
“Esta hegemonía absoluta del Partido Comunista
es la condición más importante para conducir firmemente y hasta el fin la
guerra revolucionaria. Sin esta hegemonía absoluta del Partido Comunista, sería
inconcebible que la guerra revolucionaria pudiera hacerse con tal perseverancia.”
Presidente Mao
Durante el camino recorrido por Siembra Roja hemos
ejercido con la mayor voluntad todas las tareas que hemos trazado en nuestra línea
política. Entre aciertos y errores hemos logrado avanzar porque constantemente
ponemos en tela de juicio nuestra práctica, nuestra aplicación del marxismo
leninismo maoísmo, lo que nos ha permitido poner a prueba la justeza de
nuestras ideas. Esto lo hacemos también estudiando experiencias anteriores a la
formación de Siembra Roja.
Lo anteriormente planteado nos lleva a tomar
la decisión de culminar nuestra participación en este blog, a la vez que
aceptamos haber cometido acciones de carácter oportunista a las cuales les
daremos fin.
La siembra roja de Recabarren dio su fruto, pero
el fruto no es el fin, sino que es la protección y alimento de una nueva
semilla, que paso a paso entra en la tierra para germinar; el nuevo proceso ya ha
comenzado. Recordamos un momento de la historia anterior a nuestra organización
que es clave, (puesto que se sanciono como línea correcta), en que una interpretación
optimista del desarrollo nos llevó a confundir como una victoria el ser
detectados y reprimidos, festejando especialmente un operativo masivo del
enemigo para identificar y capturar activistas como si fuese un avance. Este
suceso y los que prosiguieron reafirmaron nuestra convicción sobre la
importancia del desarrollo estratégico, paciente y discreto.
Insistir hasta el cansancio en el error del
ataque precipitado a la torre, como parte del trabajo en el terreno, llevando
al límite la lucha económica mediante organismos ligados, no fortalece, sino
que expone a la organización central y, de hecho, diluye la necesaria
diferencia entre dirección y movimiento espontáneo. Esta práctica niega en los
hechos la dirección centralizada, entrega al enemigo la posibilidad de golpear
y genera derrota tras derrota a las masas en su propio movimiento espontáneo.
Persistir en esta desviación, profundizando
aún más la energía en estas acciones, lleva inevitablemente a nuevas derrotas
represivas, así como a confusión política, adoptando entonces un aparente
"alejamiento estratégico propio", que busca ser pilar del movimiento
espontáneo. Pero esta nueva táctica no es sino la misma línea errónea llevada a
un nivel superior y aún más perjudicial, poniendo en grave peligro toda la
orgánica revolucionaria.
La clave no está en acompañar el curso
espontáneo de los acontecimientos, sino en reconstituir sobre la base de la
siembra roja de Recabarren, desarrollándola conforme a las exigencias actuales
del marxismo-leninismo-maoísmo, con la actual línea política general de la revolución
en Chile, bolchevizando la organización, reafirmando la hegemonía ideológica,
política y organizativa a través de la construcción de una prensa política
centralizada, que unifique la línea y forje el instrumento que guíe realmente a
las masas.
“Organizar, movilizar, politizar” se
planteaban como las premisas principales para la construcción organizativa mediante
distintos órganos ligados, pero se realizaban de forma apresurada, sin esperar
que aquella semilla al menos germinara. Cualquier pequeño viento del norte era
capaz de sacudirla. Debemos aprender de los errores y rectificarlos. Hemos
logrado comprender que la línea reaccionaria tras la ideología pequeño burguesa
que se expresa en el oportunismo de izquierda o derecha, genera confusión y
errores de aplicación en toda la línea, trayendo consecuencias graves al
proceso de lucha y, sobre todo, a la línea de masas, fomentando y promoviendo el
movimiento espontaneo, llevándolo al límite de sus fuerzas, y
condenándolo a la derrota repetida, mientras se presenta esta práctica
deformada como si fuera “trabajo de masas”.
"Bajo tierra, la raíz no descansa; se
fortalece silenciosamente hasta que el árbol rompe el suelo y enfrenta al
sol."
Nosotros creemos que el enemigo no debe
encontrar tan fácilmente las raíces.
“Un revolucionario blandengue, vacilante en
los problemas teóricos y de estrechos horizontes, que justifica su inercia con
la espontaneidad del movimiento de masas y se asemeja más a un secretario de
tradeunión que a un tribuno popular, carente de un plan amplio y audaz que
imponga respeto incluso a sus adversarios, inexperto e inhábil en su arte
profesional (la lucha contra la policía política), ¡no es, con perdón sea
dicho, un revolucionario, sino un mísero artesano!” Lenin
El sistema fuerte y flexible que se eleva
hasta lo más alto y se hunde en lo profundo, desaparece entre el cemento y reaparece
entre grietas, se fortalece en el desarrollo pausado y potente, avanzando paso
a paso, dialécticamente en la materia. Porque un árbol no se sostiene por sus
hojas ni por su tronco, se sostiene por su raíz, que inevitablemente rompe la
superficie enfrentando al sol.
El trabajo continúa, cultivado pacientemente
en las condiciones que la realidad impone.
Este espacio queda abierto como testimonio y
semilla.
Las raíces seguirán trabajando, hasta que
llegue la primavera.
“Lo de si es más fácil cazar a "una
docena de inteligentes" que a "un centenar de bobos" se reduce
al problema que he analizado antes: si es compatible una organización de masas
con la necesidad de observar la clandestinidad más rigurosa. Jamás podremos dar
a una organización amplia el carácter clandestino indispensable para una lucha
firme y tenaz contra el gobierno.” Lenin
Siembra Roja Chile
Abril, 2025