domingo, 27 de abril de 2025

Comunicado final de Siembra Roja Chile

 

Comunicado final de Siembra Roja Chile

“Esta hegemonía absoluta del Partido Comunista es la condición más importante para conducir firmemente y hasta el fin la guerra revolucionaria. Sin esta hegemonía absoluta del Partido Comunista, sería inconcebible que la guerra revolucionaria pudiera hacerse con tal perseverancia.” Presidente Mao

Durante el camino recorrido por Siembra Roja hemos ejercido con la mayor voluntad todas las tareas que hemos trazado en nuestra línea política. Entre aciertos y errores hemos logrado avanzar porque constantemente ponemos en tela de juicio nuestra práctica, nuestra aplicación del marxismo leninismo maoísmo, lo que nos ha permitido poner a prueba la justeza de nuestras ideas. Esto lo hacemos también estudiando experiencias anteriores a la formación de Siembra Roja.

Lo anteriormente planteado nos lleva a tomar la decisión de culminar nuestra participación en este blog, a la vez que aceptamos haber cometido acciones de carácter oportunista a las cuales les daremos fin.

La siembra roja de Recabarren dio su fruto, pero el fruto no es el fin, sino que es la protección y alimento de una nueva semilla, que paso a paso entra en la tierra para germinar; el nuevo proceso ya ha comenzado. Recordamos un momento de la historia anterior a nuestra organización que es clave, (puesto que se sanciono como línea correcta), en que una interpretación optimista del desarrollo nos llevó a confundir como una victoria el ser detectados y reprimidos, festejando especialmente un operativo masivo del enemigo para identificar y capturar activistas como si fuese un avance. Este suceso y los que prosiguieron reafirmaron nuestra convicción sobre la importancia del desarrollo estratégico, paciente y discreto.

Insistir hasta el cansancio en el error del ataque precipitado a la torre, como parte del trabajo en el terreno, llevando al límite la lucha económica mediante organismos ligados, no fortalece, sino que expone a la organización central y, de hecho, diluye la necesaria diferencia entre dirección y movimiento espontáneo. Esta práctica niega en los hechos la dirección centralizada, entrega al enemigo la posibilidad de golpear y genera derrota tras derrota a las masas en su propio movimiento espontáneo.

Persistir en esta desviación, profundizando aún más la energía en estas acciones, lleva inevitablemente a nuevas derrotas represivas, así como a confusión política, adoptando entonces un aparente "alejamiento estratégico propio", que busca ser pilar del movimiento espontáneo. Pero esta nueva táctica no es sino la misma línea errónea llevada a un nivel superior y aún más perjudicial, poniendo en grave peligro toda la orgánica revolucionaria.

La clave no está en acompañar el curso espontáneo de los acontecimientos, sino en reconstituir sobre la base de la siembra roja de Recabarren, desarrollándola conforme a las exigencias actuales del marxismo-leninismo-maoísmo, con la actual línea política general de la revolución en Chile, bolchevizando la organización, reafirmando la hegemonía ideológica, política y organizativa a través de la construcción de una prensa política centralizada, que unifique la línea y forje el instrumento que guíe realmente a las masas.

“Organizar, movilizar, politizar” se planteaban como las premisas principales para la construcción organizativa mediante distintos órganos ligados, pero se realizaban de forma apresurada, sin esperar que aquella semilla al menos germinara. Cualquier pequeño viento del norte era capaz de sacudirla. Debemos aprender de los errores y rectificarlos. Hemos logrado comprender que la línea reaccionaria tras la ideología pequeño burguesa que se expresa en el oportunismo de izquierda o derecha, genera confusión y errores de aplicación en toda la línea, trayendo consecuencias graves al proceso de lucha y, sobre todo, a la línea de masas, fomentando y promoviendo el movimiento espontaneo, llevándolo al límite de sus fuerzas, y condenándolo a la derrota repetida, mientras se presenta esta práctica deformada como si fuera “trabajo de masas”.

"Bajo tierra, la raíz no descansa; se fortalece silenciosamente hasta que el árbol rompe el suelo y enfrenta al sol."

Nosotros creemos que el enemigo no debe encontrar tan fácilmente las raíces.

“Un revolucionario blandengue, vacilante en los problemas teóricos y de estrechos horizontes, que justifica su inercia con la espontaneidad del movimiento de masas y se asemeja más a un secretario de tradeunión que a un tribuno popular, carente de un plan amplio y audaz que imponga respeto incluso a sus adversarios, inexperto e inhábil en su arte profesional (la lucha contra la policía política), ¡no es, con perdón sea dicho, un revolucionario, sino un mísero artesano!” Lenin

El sistema fuerte y flexible que se eleva hasta lo más alto y se hunde en lo profundo, desaparece entre el cemento y reaparece entre grietas, se fortalece en el desarrollo pausado y potente, avanzando paso a paso, dialécticamente en la materia. Porque un árbol no se sostiene por sus hojas ni por su tronco, se sostiene por su raíz, que inevitablemente rompe la superficie enfrentando al sol.

El trabajo continúa, cultivado pacientemente en las condiciones que la realidad impone.

Este espacio queda abierto como testimonio y semilla.

Las raíces seguirán trabajando, hasta que llegue la primavera.

“Lo de si es más fácil cazar a "una docena de inteligentes" que a "un centenar de bobos" se reduce al problema que he analizado antes: si es compatible una organización de masas con la necesidad de observar la clandestinidad más rigurosa. Jamás podremos dar a una organización amplia el carácter clandestino indispensable para una lucha firme y tenaz contra el gobierno.” Lenin

Siembra Roja Chile
Abril, 2025