Participar en la revolución, haciendo añicos las ilusiones constitucionales.
Compañeros y compañeras de
lucha, nos dirigimos a ustedes con la fuerza del Maoísmo, totalmente
convencidos de que solo a través de la revolución podemos romper las cadenas
que nos oprimen. En este momento crucial de nuestra historia, se nos presenta
la farsa del proceso constituyente, una cortina de humo que la burguesía
utiliza para desviar nuestra atención y perpetuar su dominio.
Nos dicen que al votar en
contra de una nueva constitución, estamos salvando derechos que supuestamente
perderíamos. Pero, ¡ilusos!, caer en este juego es aceptar que la burguesía
puede otorgarnos o quitarnos derechos a su antojo, ¡todo se reduce a chantajes!
La verdad es que las clases dominantes han mantenido su control a lo largo del
tiempo, adaptando las leyes y constituciones a sus intereses sin cambiar el
sistema de opresión.
Chile, tierra indómita, de recabarren
y Galvarino, está sumida en la semifeudalidad, la semicolonialidad y el
capitalismo burocrático (somos república títere de EEUU, sin industrializarnos,
dependientes del campo), un parasitismo del imperialismo norteamericano. La
división de clases es clara: la burguesía, en su afán de mantener el poder, nos
ofrece la ilusión de que votar en este circo constitucional cambiará algo. Pero
la realidad es que esta supuesta "democracia" es solo un velo para
encubrir la explotación y opresión.
Compañeros y compañeras, no
nos dejemos engañar. El camino hacia la verdadera emancipación está en la
revolución, no en las urnas. No es a través de este proceso burgués por el que
conquistaremos nuestras demandas; es organizándonos, preparándonos en cada
frente de lucha. Las lecciones del maoísmo nos enseñan que el poder nace del
fusil, y la clase oprimida debe aprender a manejarlo para derrocar a sus
verdaderos enemigos.
¡Qué resuene el eco de Luis
Emilio Recabarren, fundador del Partido Comunista de Chile, quien nos dejó
claro que bajo ningún gobierno burgués habrá felicidad para los pobres! La
conquista del poder construyendo un nuevo estado obrero y campesino, no vendrá
de un parlamento de capitalistas, sino del pueblo mismo, armado y consciente de
su misión histórica.
Unámonos bajo la bandera del Marxismo Leninismo Maoísmo, marchando por la siembra roja de Recabarren. Que este sea el llamado a despertar la llama revolucionaria en cada uno de nosotros. No perdamos tiempo en la ilusión constitucional; construyamos el camino hacia la verdadera emancipación.
¡Unirse bajo las banderas de la reconstitución del Partido Comunista de Chile!
¡Partido que se forja para la guerra popular! ¡Para la conquista del poder!
Organización Siembra Roja Chile.
Foto de conversatorio realizado en Chile.
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